El Lenguaje

El Lenguaje

Quizás, antes de abordar el estudio del Lenguaje, sea necesario revisar de forma breve la propia definición de Lingüística, a fin de entender este objeto, dentro de su contexto disciplinario preciso.

Definición de Lingüística

A pesar de que cada lingüista, y en especial cada una de las escuelas o corrientes se ha dado a la tarea de emitir su propia visión sobre la Lingüística, y las competencias que esta debe tener, en líneas generales se puede definir como la disciplina científica, que pretende estudiar tanto la estructura de las lenguas naturales –es decir, aquellas que han surgido de forma espontánea dentro de los distintos grupos sociales- así como aquellos aspectos relacionados con la evolución histórica que dichas lenguas han vivido a lo largo de su vida. En este sentido, de forma concisa se puede señalar entonces que la Lingüística es el estudio científico de la Lengua, a fin de entender su estructura, nacimiento, evolución, e incluso la percepción y conocimiento que tiene cada uno de los hablantes sobre ella.

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Definición del Lenguaje

Por su lado, dentro de la Lingüística, el Lenguaje es visto como el objeto principal de estudio, el cual puede ser definido –tomando en cuenta la forma en que ha sido concebido por Ferdinand de Saussure, padre de la Lingüística General- como un sistema de signos, en donde se puede resaltar como rasgo principal, el estar conformado dicotómicamente por dos factores: la Lengua y el Habla. Por consiguiente, el Lenguaje sería entonces un objeto lingüístico dicotómico, compuesto por un Lenguaje de signos, a través del cual los seres humanos establecen comunicación entre ellos, al tiempo –parafraseando al lingüista estadounidense Edward Sapir- que constituye también el hilo que une el pensamiento, pues según la Lingüística el ser humano piensa en palabras, por lo que sin Lenguaje creen que no habría pensamiento humano posible.

Carácter dicotómico del Lenguaje

Al hablar del Lenguaje, la Lingüística señala al carácter dicotómico de éste como su principal característica. En este sentido, habría que comenzar por explicar de forma breve qué significa “dicotómico”, propiedad que es explicada por algunos lingüistas como la capacidad que tiene un objeto de contener en sí dos ámbitos o dimensiones, que aun cuando parecen oponerse, en realidad se complementan entre sí, como dos caras de una moneda indivisibles. Aclarado este concepto, se puede avanzar sobre el carácter dicotómico del Lenguaje, el cual estará conformado por dos factores: Lengua y Habla, cada una de las cuales cuenta con una definición, así también como con sus propias características. A continuación, cada una de ellas:

Lengua

De esta forma, en primer lugar, se definirá la Lengua, la cual puede ser entendida como el factor intangible del Lenguaje, así como la dimensión en donde reside el conjunto de reglas por las cuales se rige una Lengua natural específica. Por consiguiente, dentro de esta dimensión se puede considerar entonces que habita la Lengua modelo, es decir, el paradigma que todos los miembros de una comunidad lingüística tienen con respecto a la Lengua a la cual pertenecen. Así mismo, la Lingüística ha apuntado sobre este factor del Lenguaje una serie de características, las cuales pueden contarse en las siguientes:

  • Es intangible: es decir, que es abstracta, pues sólo reside en la conciencia –individual y colectiva del hablante.
  • Es colectiva: por otro lado, la Lingüística señala cómo la Lengua cumple con la virtud de pertenecer de igual forma a cada uno de los miembros de una comunidad lingüística. Este hecho, así como la propiedad de ser inabarcable, hacen que ningún hablante pueda atentar contra la unidad de la Lengua, garantizando así que el modelo permanezca en el tiempo, haciendo posible tanto la vida de la Lengua, como su capacidad para comunicar, pues todo los miembros de una comunidad lingüística manejan la misma Lengua, a pesar de cada una de sus realizaciones particulares.
  • Es inabarcable: así mismo, la Lingüística ha señalado que la Lengua, al ser el conjunto pleno de las normas y reglas por las cuales se rige una Lengua, no puede ser poseída o abarcada de forma plena por uno solo de los hablantes, es decir, no existe nadie que logre conocer o manejar la totalidad de normas por las cuales se rige una Lengua.
  • Es inmutable: igualmente, la Lingüística señala que la Lengua no varía en el tiempo. Es decir, sí lo hace –porque de lo contrario sería una Lengua muerta- pero lo hace de forma tan lenta y eventual, que se pude señalar como uno de sus características que no es mutable. Así mismo, esta disciplina indica que la Lengua no puede ser alterada o modificada de forma planificada o directa por un hablante o grupo de hablantes, por lo que sus cambios son históricos, se van dando durante su evolución, y gracias a los aportes realizados por las distintas generaciones de hablantes.
  • No es dinámica: finalmente, esta misma capacidad de inmutabilidad hace que la Lengua no pueda ser considerada como un factor dinámico, puesto que los cambios que en ella suceden no son considerados como inmediatos.

El Habla

Del otro lado de la moneda dicotómica del Lenguaje, se encuentra el Habla, la cual es entendida como la realización concreta de la Lengua, es decir, su puesta en práctica por parte del hablante. De igual forma, el Habla cuenta entonces con una serie de características, las cuales pueden puntualizarse en los siguientes puntos:

  • Es tangible: al ser una realización de la Lengua, el Habla entra en la dimensión de lo concreto, puesto que es producida por el hablante, a través de sonidos (Alófonos) con sentido. En consecuencia, es medible y concreta.
  • Es individual: a diferencia de la Lengua, la cual constituye un bien colectivo de una comunidad lingüística, el Habla puede ser considerada como un bien individual, es decir, pertenece a cada hablante, porque cada uno de ellos tiene su manera particular de hablar, su forma única de materializar en la realidad la Lengua.
  • Es abarcable: así mismo, siendo individual, pues entonces el Habla puede considerarse también como abarcable, puesto que en caso de quererlo sí se puede llegar a conocer y determinar la forma en la que habla un individuo, incluso este mismo es capaz de ser consciente de su forma de hablar.
  • Es mutable: de igual forma, los cambios que ocurren en la forma de hablar de un individuo suceden tanto en mayor frecuencia, como en mayor medida, por lo que la Lingüística ha optado igualmente en clasificar al Habla como un factor mutable.
  • Es dinámica: en el mismo orden de ideas, debido a la gran variedad de cambios que van registrándose en el Habla de un individuo durante su vida, el Habla se erige también como una dimensión dinámica del Lenguaje, puesto que cuenta con gran capacidad de cambio.

Imagen: pixabay.com

Bibliografía ►
El pensante.com (agosto 15, 2017). El Lenguaje. Recuperado de https://elpensante.com/el-lenguaje/