Poltergeist: el ataque de los espiritus

Los primeros registros de este fenómeno datan del año 1000, en Alemania, pero antiguamente, se desconocían sus causas y la iglesia católica lo asociaba con una manifestación diabólica; además, aseguraban que el poltergeist era un demonio especial y muy poderoso que se nutría de las almas de los vivos.

La particular rabia con la que hacen los ataques es el producto de su frustración y negación a la muerte, pues estos espíritus se niegan a haber fallecido y por ese motivo, empiezan a violentar casas que según los estudiosos son vulnerables nidos de ira, es decir, que son las “victimas” las que, inconscientemente, atraen a los espíritus malintencionados.

Los poltergeist hacen estragos sobre todo en Inglaterra, y es uno de los pocos fenómenos paranormales que pueden ser analizados por la duración que tienen, ya que suelen durar mucho tiempo.

En 1977, cerca de Enfield, una ciudad inglesa, vivía la familia Harper; formada por la madre divorciada y sus cuatros hijos: Rosa, Janet, Pedro, y Jimmy. En la tarde del 30 de agosto, las camas de Pedro y de Janet, que dormían en la misma habitación, comenzaron a moverse solas. Mesas que pesaban mucho, se movían de un lado a otro; los vecinos del lugar, también aseguraron haber escuchado golpes fuertes, como si se tratara de alguna máquina excavadora.

La policía llegó al lugar, pero no pudieron hacer mucho y varias veces, también fueron víctimas de los espeluznantes visitantes del más allá. El asombro de la comunidad fue tal, que la prensa también recurrió al sitio de los hechos y efectivamente, el lugar estaba hecho un caos: cosas volando por toda la casa, ruidos extraños, rugidos, entre otros fenómenos paranormales.

Tal fue el asombro de los espectadores, que contactaron a la Sociedad de Investigación Síquica, quienes con la ayuda de una reconocida médium lograron apaciguar la presencia durante varias semanas, ya que la misteriosa presencia había poseído a la hija menor de la familia y en su madre. Pero meses más tarde, los ataques eran cada vez más violentos y ahora no volaban por toda la casa objetos pequeños, ni juguetes, sino que los muebles, los armarios y las camas eran bruscamente arrojados por el aire. Esta vez el ataque era acompañado de unas enormes siluetas humanas, que aparecían con frecuencia.

La única forma de acabar con esta horrorosa visita fue descubierta y empleada por un médium holandés, llamado Grneling-Meyling quien hizo una intervención en el “plano astral” y finalmente, en abril de 1979, la pesadilla para la familia termino.

Por supuesto existen escépticos del tema, como el mago norteamericano Jaime “el asombroso” Randi, que no ve en el lugar de los hechos nada más que alucinaciones o mistificaciones. Randi parte del principio de que toda manifestación llamada “paranormal” es falsa desde el momento en que esta inicia a informarse masivamente.

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