Resumen de La ciudad y los perros

Resumen de La ciudad y los perros

Dentro de la Literatura latinoamericana, se conoce con el nombre de La ciudad y los perros a una novela, nacida de la pluma del escritor peruano Mario Vargas Llosa, la cual fue publicada por primera vez en el año 1963, convirtiéndose en una de las primeras novelas del conocido boom latinoamericanos.

Sinopsis de la obra

Reconocida igualmente por inaugurar la vena modernista dentro de la narrativa peruana, La ciudad y los perros ha cultivado un gran número de lectores alrededor del mundo, siendo de esta manera traducida a por lo menos veinte lenguas distintas. Así mismo, se ha hecho merecedora de varios premios, como el Premio Biblioteca Breve (1962) y el Premio de la Crítica (1963). Su argumento principal puede ser considerado como una novela iniciática que enfrenta a sus personajes con el duro mundo de la formación castrense, donde deben enfrentarse solos en el mundo a la maldad, la crueldad y un mundo con una visión deformada de la hombría, que usa los métodos de la humillación, la agresividad y la sexualidad para formar la personalidad de sus estudiantes, buscando que se conviertan en hombres, independientemente de lo que ocurra en realidad en su mundo emocional.

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La ciudad y los perros, resumen

Conformada por dos partes, contentivas de sus dieciséis capítulos, y un epílogo, La ciudad y los perros comienzan a describir a uno de sus personajes principales, un estudiante de la escuela de cadetes, llamado Alberto, a quien sus amigos han decidido apoda como el Poeta, título que  se ha ganado en base a las cartas y poemas que escribe por encargo para sus compañeros, así como una serie de novelas pornográficas que también son compradas por estos. A pesar de que Alberto pareciera preferir las letras, no ha tenido más remedio que aceptar estudiar en la escuela militar, a fin de cumplir con los deseos de su padre, quien piensa que esta es la única forma en que su hijo podrá llegar a alguien.

En contraposición, el narrador también habla del Jaguar, apodo de otro de los cadetes, de personalidad agresiva  y altanera, quien proviene de una familia bastante pobre, quien ha colocado sus últimos esfuerzos en enviar a este muchacho a la escuela militar a fin de salvarlo del destino de ladrón que han corrido sus otros hermanos.  No obstante, dentro de esta academia, el Jaguar se las ha arreglado para hacer una pandilla, y someter a otros estudiantes, como por ejemplo al Esclavo, Ricardo Araña, estudiante que acepta con extraña sumisión y resignación los distintos castigos y obligaciones que le imponen aquellos estudiantes que se han hecho de la posición de líder, para amedrentar a sus otros compañeros.

En pleno curso de la Academia, un estudiante de nombre Porfirio Cava, perteneciente a la pandilla de El Jaguar toma la decisión de robarse el examen de química pronto a hacerse. No obstante, mientras lleva a cabo su delito, comete la imprudencia de romper por accidente un vidrio, por lo que los profesores de la Academia logran darse cuenta de esta situación. Por consiguiente, las autoridades deciden tomar cartas en el asunto, a fin de averiguar quién ha sido el autor del crimen.

En este sentido, una de las primeras estrategias tomadas es instar al estudiante de guardia a que declare quién ha cometido el hurto. El estudiante que esa noche tenía la responsabilidad de delatar el nombre del culpable es precisamente El esclavo, quien sabiendo cuál puede ser su destino de cometer semejante infidencia, decide guardar secreto, más allá de la sanción de la que se ha hecho merecedor, cuando las autoridades deciden que su castigo por guardar silencio será el no poder salir del instituto durante los fines de semana siguientes.

Durante su castigo obligado, El poeta toma entonces la responsabilidad de llevarle a la novia de El esclavo unas cartas de amor en nombre de éste, las cuales por demás ha escrito de su propio puño y letra por encargo de El esclavo. No obstante, las continuas visitas a donde Teresa terminan por hacer que Alberto se enamore de la muchacha, quien también sintiendo cierta correspondencia, y además cansada del silencio de El Esclavo decide no responder más cartas. Cuando esta decisión de su novia se hace evidente a través de su silencio, El Esclavo entra en desesperación, sintiéndose preso por primera vez, sentimientos de angustia que lo llevan a declarar ante las autoridades el nombre del verdadero ladrón.

Exonerado de su castigo, y con Porfirio Cava expulsado de la academia, todos los estudiantes continúan con sus estudios, hasta que un día una bala asesina atraviesa el cuello de El esclavo poniendo punto final a la vida de este muchacho. La conclusión final de las autoridades, de acuerdo a las versiones de los estudiantes, es declarar el hecho como un accidente, argumentando que un disparo de fusil fue disparado por error impactando lamentablemente el cuerpo del estudiante. No obstante, Alberto, el Poeta sabe que esto no es cierto, y que en realidad ha sido El Jaguar, pues él ha sido testigo del crimen.

Buscando orientación, le confiesa todo al teniente Gamboa, oficial que es descrito por el narrador como un oficial honesto. No obstante, revelar la verdad indica que la Academia reconozca que ha desviado la investigación, dando una versión errónea. De esta forma, la Academia asume como una afrenta las intenciones de El Poeta de que se sepa la verdad, al punto en el que la propia directiva llega a aconsejarle que cese en sus intentos, pues de lo contrario él también será expulsado por la escritura de novelas pornográficas. Temiendo decepcionar a su familia, el Poeta decide entonces que lo mejor es guardar silencio, y continuar con sus estudios.

Posteriormente, en el Epílogo el narrador se da a la tarea de contar cómo es la vida de los cadetes, luego de haber salido del servicio militar. Entre las vidas que comenta, se puede saber que el Jaguar termina casándose con Teresa, empleándose en un banco. Por su parte el teniente Gamboa, no supera la frustración de saber que un crimen ha quedado impune, por lo que termina pidiendo traslado hacia una guarnición lejana. Por su parte, el Poeta regresa a su barrio y a su vida de antes, sin embargo nunca más vuelve a recuperar su tranquilidad, pues sabe que se ha cometido un crimen, y los culpables quedaron impunes. Su vida no vuelve ser la de antes, pues lo persigue la culpa de haber puesto sus intereses personales por sobre la Justicia.

Imagen: pixabay.com

Bibliografía ►
El pensante.com (abril 4, 2017). Resumen de La ciudad y los perros. Recuperado de https://elpensante.com/resumen-de-la-ciudad-y-los-perros/