Tips para triunfar en la Gnosis

Si no estás trabajando y entregando toda tu vida por el ser, es hora de tomar la gran decisión: “Todo hombre debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar arriesgándolo todo o se queda a contemplar el paso de los triunfadores”

Los tibios, los grises, esos no triunfan. sólo los verdaderos guerreros revolucionarios capaces de abandonarlo todo por esta causa.

Para ser un triunfador es urgente convertirse en un rebelde revolucionario consciente.

Urge comprender que la fuerza del grupo es muy necesaria, pero debe manejarse equilibradamente. Jamás el verdadero rebelde entablaría compincherías dentro del grupo, pues tarde o temprano el péndulo cambiará de extremo y la desilusión podría ser mortal. Si vemos que las hay, no debemos juzgar y trabajar aquello que nos molesta de los demás.

Es muy importante Saber que estamos de paso donde nos encontremos, que si queremos avanzar muy pronto debemos irnos lejos de aquí y que el apego a ciertas personas del grupo podría frustrar la Obra.

Uno no debe andar contando sus astrales y procesos íntimos a otros ciegos, así los ciegos se crean trascendidos y aparenten serlo. Por mucho, en caso de mucha oscuridad se pide ayuda psicológica en rasgos generales de algún proceso, a alguno de los conferencistas.  Si uno le cuenta todo a ciertos elementos, internamente uno se está desnudando. Muchos hemos caído en tan terrible error, pero ¡es hora de cambiar!

Si tus proyectos no son aceptados, no te desanimes…   Si nadie está viendo lo que haces ocultamente en tu casa, en tu habitación, las prácticas que haces y, en algún escenario los yoes malintencionados de aquellos “dechados de sabiduría” te señalan indirectamente, y creen que no estás haciendo nada,  no te desanimes… lo que más vale es lo que el ser está viendo. La obra  se le muestra al ser y no a un dormido, porque los dormidos no reconocen al cristo.

Intenta enseñar tus comprensiones para ayudar a los demás, para dar fuerza, para ayudar a perfeccionar el Grupo. Pero si tus ideas son rechazadas, juzgadas, mal interpretadas, subestimadas y sabes que son ciertas no te desanimes… por el contrario, agradéceles internamente por esas manifestaciones desagradables que tienen contigo… pues si transformas el dolor de ser rechazado, en una fuerza superior de comprensión, serás premiado como ni te imaginas.

Si  el Ser de alguna forma te ha enseñado aspectos de cadenas, prácticas, etc., y las compartes con los demás, pero aquellos elementos “fanaticoides” te dicen que eso es falso, que no se puede hacer, que te ganas karma, que es como a ellos se les ocurre… sé rebelde, no te dejes cortar las alas y lánzate a la práctica, no dejes de hacer por culpa de las “fanaticadas mete miedo kármicas” de los otros. Te darás cuenta de que los fanáticos luego se contradicen y resultan con el tiempo diciendo que sí se podía. Así pasaba con algunos cuenticos falsos sobre la Transmutación Sexual, hace algún tiempo.

Si te das cuenta de muchas falencias que ocurren dentro de tu grupo no te salgas, necesitas la fuerza de grupo como volanteadas, conferencias, campañas publicitarias, cadenas bien realizadas, entre otros aspectos. Tómalo como un gimnasio psicolóigico, es grandioso!  recuerda dos cosas:

1. Un verdadero grupo gnóstico no es de nadie, no hay líderes, no hay mahatmas, no hay super hombres, no hay consejeros. sólo hay demonios con anhelo de cambiar. el grupo es de los seres y debes estar allí por tu propio ser y no por alguna persona.

2. Se debe recibir con agrado las manifestaciones desagradables de los demás, si en verdad queremos encarnar al cristo. A todo rebelde se le juzgará equivocadamente, se le dirá fanático, se le dirá blasfemo, se le dirá torcido, no le aceptarán las cosas nuevas, pues lo que hay en el mundo es gente con sus mentes cerradas y conservadoras. Los fanáticos odian que alguien se revolucione y cambie. Creen que el revolucionario sigue siendo el mismo.
3. Levantarse temprano en la madrugada, para realizar las prácticas, es imprescindible. De tres a seis de la mañana hay una energía muy especial que debe ser aprovechada por el estudiante gnóstico.